El crisol de un piloto

¿Qué decir de Juan Bolo? Según él mismo, su historia es corriente y no tiene nada de especial. Sin embargo, creo profundamente que gracias a la vida que ha tenido es lo que es hoy día.

¿Por dónde empezar? Estoy pensando que no voy a seguir un orden cronológico, y me dejaré llevar por un hilo narrativo de momentos, pues su vida es eso, un compendio de hechos, anécdotas y acontecimientos, a veces inconexos, que explican su carácter y que han dejado huella allá donde ha estado.


Juan Bolo cursó Ingeniería de Sistemas en la Escuela Técnica de Ingenierías (E.T.I.) de Marte, en el Sistema Solar del cuadrante S03, y se graduó un año antes que sus compañeros. Después se matriculó en Ingeniería Mecánica, pero ciertas circunstancias le hicieron abandonar sus estudios. Se trataba de un potente cóctel de su afición por pilotar, de la irresistible llamada por explorar los rincones lejanos de la galaxia y de la irrefrenable tentación de vivir aventuras y escribir su propio destino.


Se inscribió en la Academia de Pilotos local, la "Freedom Warriors Academy", en la que se graduó con las mejores calificaciones de su promoción.


A la fantabulosa edad de 19 años, Juan Bolo era Ingeniero de Sistemas, con amplios conocimientos de Ingeniería Energética e Ingeniería Mecánica, y piloto graduado con honores.

No tenía nave propia, por lo que pasó tres años en el sector privado como ingeniero, a bordo de una Hull C que tranportaba productos alimenticios por la galaxia.

Entonces aceptó un puesto como ingeniero jefe en un hangar de carga y descarga aeroespacial en Júpiter, donde estuvo casi dos años.


Después recibió una oferta de trabajo, insólita para alguien tan joven, de la academia Free Warriors Academy, la misma donde se graduó: ser piloto instructor. Le interesó de inmediato y aceptó. Durante dos años estuvo adiestrando a futuros jóvenes pilotos. Pero Juan Bolo sentía que había nacido para volar libre.

En cuanto pudo ahorrar los créditos suficientes para pagar la entrada de una Aurora ES de exploración, renunció a su trabajo y abandonó su Sistema Solar natal.


Vagó por la galaxia, aceptando todo tipo de trabajos para subsistir. Siempre que podía, invertía en mejoras para su nave, que fue modificando a su gusto para sacarle el máximo rendimiento.


Y en uno de estos encargos conoció a su actual y fiel compañero Jorjwbacca.

Pero esa, es otra  fantabulosa historia...
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